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🔮 Ecos cuánticos: el nuevo algoritmo de Google Quantum AI que abre camino

  • Foto del escritor: Despacho Dip. Martin Yeza
    Despacho Dip. Martin Yeza
  • hace 12 minutos
  • 2 Min. de lectura

Google Quantum AI presentó un nuevo algoritmo llamado eco cuántico (“quantum echoes”) que promete acercar la computación cuántica a aplicaciones reales. Este avance busca ir más allá de los experimentos sin utilidad práctica y explorar cómo los qubits pueden ayudarnos a entender sistemas físicos complejos.



⚙️ ¿Qué es el algoritmo «eco cuántico»?


El algoritmo —formalmente un correlador de orden fuera del tiempo (OTOC)— se basa en un proceso de ida y vuelta que permite medir cómo una pequeña perturbación afecta al resto de un sistema cuántico. El procedimiento sigue cuatro pasos:


  1. Se ejecutan operaciones cuánticas “hacia adelante” sobre un grupo de qubits.

  2. Se introduce una mínima perturbación en uno de ellos.

  3. Se invierten las operaciones para regresar al estado inicial.

  4. Se compara el resultado final con el punto de partida.



Este método permite analizar cómo los efectos se propagan a través del sistema, lo que resulta útil para estudiar moléculas, materiales y dinámicas cuánticas complejas.



🚀 Un paso hacia la utilidad práctica


  • El equipo de Google aplicó el algoritmo en 65 qubits de su chip Willow.

  • Lograron una ejecución 13 000 veces más rápida que la del mejor algoritmo clásico en el supercomputador Frontier.

  • El experimento apunta a aplicaciones concretas como la espectroscopía de resonancia magnética nuclear (NMR), que permite estudiar moléculas y materiales.

  • Además, la estructura “ida y vuelta” del algoritmo facilita la verificación de resultados entre distintos procesadores cuánticos, algo clave para garantizar su confiabilidad.



⚠️ Los desafíos que siguen


  • Aunque los resultados son prometedores, todavía no se alcanzó una ventaja cuántica práctica en aplicaciones reales.

  • Los ensayos se realizaron con sistemas pequeños, que aún pueden resolverse con métodos clásicos.

  • El algoritmo requiere tasas de error extremadamente bajas (en torno al 0,1 % en el chip Willow).

  • El gran reto será escalar la técnica a sistemas más grandes y complejos sin perder precisión ni estabilidad.






🔚 Conclusión



El algoritmo “eco cuántico” de Google marca un avance importante en el camino hacia la computación cuántica aplicada.

Si bien aún falta para ver su impacto en la práctica, representa una demostración concreta de cómo los procesadores cuánticos pueden abordar problemas científicos más útiles y verificables.


La investigación sugiere que, con mejoras en la fidelidad y el control de qubits, estos sistemas podrían convertirse en herramientas clave para simular fenómenos de la naturaleza imposibles de recrear con computadoras clásicas.

 
 
 

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